Los pedidos de justicia no cesan en París tras el asesinato de Vanesa Campos, una prostituta transexual peruana que fue asesinada por un grupo de ladrones cuando intentaba defender a un cliente que iba a ser asaltado.
Sus compañeras denuncian un ambiente de intimidación e inseguridad en el lugar que laboraban por lo que ahora temen volver al parque del Bosque de Boulogne. Los activistas llaman al crimen transfeminicidio.
Vanesa Campos, de 36 años, y natural de la localidad peruana de Cayaltí en Lambayeque, residía desde hace dos años en la capital francesa y cada mes enviaba dinero a su familia.
las meretrices responsabilizan al gobierno de la situación en peligro en la que viven debido a una Ley que multa a los clientes de servicios sexuales hasta con 4380 dólares, situación que las obliga a trabajar en zonas alejadas de los radares de la policía, expuestas a los criminales.