Grecia no descansa. Avenidas convertidas en ríos y autos sumergidos es el nuevo panorama de la parte norte de la ciudad de Atenas en Grecia tras las inundaciones provocadas por las fuertes lluvias que ahora azotan el país, después que feroces incendios arrasaran con miles de hectáreas y acabaran con la vida de cerca de 100 personas.
Esto ha ocurrido principalmente en el barrio de Marosi donde hoy las carreteras lucen cubiertas de lodo. Decenas de vehículos resultaron dañados y los servicios de asistencia recibieron más de 140 llamadas de asistencia por conductores atrapados en sus vehículos.
Pese a los daños causados, las lluvias ayudaron a extinguir los focos de incendio que quedaban en la región de Ática, donde en medio de las cenizas los sobrevivientes aún buscan a sus familiares.