La policía de San Diego, ubicada al oeste de Estados Unidos mató a tiros a un hombre afroamericano que actuaba en forma errática, generando rápidamente protestas acusando un injustificado accionar de los oficiales.
La víctima, Alfred Olando de unos 30 años, padecía de problemas mentales, y murió abatido por agentes policiales en un centro comercial de la ciudad de San Diego, quienes alegaron que el hombre actuaba de forma rara e inapropiada, negándose a cumplir con las órdenes de los efectivos, incluso, afirmaron que sacó un objeto con el que los amenazó.
Sin embargo, aún no está claro si aquel objeto era una pistola. Hay quienes indican que nunca estuvo armado.
La hermana de Alfred, quién llegó al lugar de los hechos expresaba entre lágrimas su arrepentimiento pues ella llamó a los policías para pedir ayuda y terminaron asesinándolo. “Los llamé para pedir auxilio, no los llamé para matar a mi hermano”, dijo.