En su primera intervención parlamentaria desde que anunciara su dimisión, el primer ministro británico David Cameron pidió al Parlamento no intentar bloquear el Brexit y que se respete la voluntad de la mayoría de los británicos.
De mismo modo, Cameron aseguró que si bien decidieron separarse de la Unión Europea, no le darán la espalda al viejo continente. Buscarían así beneficiarse del acceso pleno del mercado único al igual que lo hace Noruega, que no pertenece al bloque.
Aunque la mayoría de votantes de Inglaterra y Gales respaldaron su salida de la Unión Europea, las otras dos regiones que la componen, Escocia e Irlanda del Norte, votaron por permanecer. Es por ello que, tras los resultados del viernes, pidieron un segundo referéndum, que ya fue descartado.