Los principales accesos a la capital canadiense de Ottawa, permanecieron bloqueados ante la aparición de un gigantesco socavón, en pleno centro de la ciudad.
La filtración de agua desencadenó en el colapso de una de las calles más importantes de la zona comercial.
El desplome provocó además fugas de gas y la rotura de varias cañerías, obligando a la evacuación de los empleados de oficinas y tiendas cercanas.