Un reportero que trabajaba para la televisión del Kurdistán al oeste de Mosuk, siguió la transmisión a pesar de que a pocos metros un coche bomba explotó poniendo en peligro su vida.
Esto se trató de un nuevo ataque perpetrado por el autodenominado estado islámico contra las fuerzas Pershmergas. Las tropas iraquíes lograron penetrar la ciudad ubicada a 50 kilómetros al oeste de Bagdad.
Por otro lado, en Siria continúa la esperanza de encontrar sobrevivientes tras un nuevo bombardeo sobre un hospital en Idlib en el que un niño fue salvado de entre los escombros.
Mientras que, 23 personas fallecieron tras los ataques aéreos que habrían sido ejecutados por jets rusos.