Cientos de viviendas destruidas y varios pueblos arrasados por deslizamientos de tierra en Sri Lanka. Las torrenciales lluvias han dejado también cerca de 50 muertos y 130 desaparecidos.
Tras las incesantes precipitaciones, los equipos de emergencias trabajan sin descanso en las tres aldeas que fueron sepultadas por los deslaves.
Por otro lado, en Canadá, los bomberos extreman medidas para extinguir al incendio que tras más de dos semanas aún azota a la localidad de Fort Mcmurray. El denso humo y la falta de visibilidad dificultan cada vez el trabajo de las más de 900 personas que luchan por apagar las llamas.
Y en China, los habitantes fueron obligados a permanecer al interior de sus viviendas y edificios ante la gigantesca tormenta de arena que se registró en la localidad al este del país.