La antorcha olímpica ya está en Brasil. La presidenta Dilma Rousseff encendió la llama olímpica este martes en la capital de Brasil y prometió que la crisis política que complica a su país no afectará a los primeros Juegos Olímpicos celebrados en Sudamérica.
Una sonriente Rousseff saludó a la multitud presente mientras encendía un pebetero verde en la rampa del modernista palacio presidencial de Planalto.
Este acto sería el último presidido por Rousseff, quien evalúa renunciar a su cargo y convocar a nuevas elecciones, a fin que su vicepresidente y principal opositor, Michel Temer, no asuma la presidencia.