Durante el rezo del Ángelus, el papa Francisco dedicó unas palabras a los miles de inmigrantes y refugiados que acudieron a la Plaza de San Pedro, y les pidió que ‘no se dejen robar la esperanza y la alegría de vivir’ pese a las duras experiencias sufridas.
"Queridos migrantes y refugiados, cada uno de ustedes lleva en sí una historia, una cultura, valores preciosos; y a menudo, lamentablemente, también experiencias de miseria, de opresión, de miedo. Su presencia en esta plaza es signo de la esperanza en Dios. No se dejen robar esta esperanza y la alegría de vivir", declaró el pontífice argentino.
A la Plaza de San Pedro acudieron 7,000 inmigrantes procedentes de unos 30 países, para celebrar esta jornada que en el ámbito del año Santo se convirtió hoy en la 'Jornada Mundial del Migrante y del Refugiado'. Tras el Ángelus, los refugiados fueron invitados a una misa en la basílica de San Pedro.