El adolescente tomó como rehenes a 20 alumnos y mató a un profesor y a un policía, pese al refuerzo de la seguridad en todos los colegios del país, antes de los Juegos Olímpicos de Sochi 2014.
Según las primeras informaciones, el estudiante, armado con una carabina y un fusil de pequeño calibre, irrumpió cerca del mediodía en la escuela 263, en un barrio del norte de Moscú, la capital rusa.
“Mató a un profesor, a un policía e hirió a otro, no hay alumnos heridos”, indicó el portavoz del ministerio ruso del Interior, Andrei Pilipchuk, al canal estatal de televisión Vesti-24.
Al cabo de una media hora, el atacante fue “neutralizado” y entregado a los investigadores, el ministerio del Interior, no ha precisado cómo hicieron para reducirlo ni como se encuentra físicamente el agresor.
Una fuente de los servicios de seguridad citada por la agencia Interfax, señaló que el muchacho, cuya identidad no fue revelada, habría hecho todo esto para vengarse de un docente.
“Según nuestras primeras informaciones, el alumno actuó así para vengarse de un profesor de geografía, que lo había gritado durante una clase al no responder bien un examen”, declaró la fuente.