Tres adolescentes, dos de ellos menores de edad se encontraban conversando en una calle de Sao Paulo, de repente dos sicarios bajaron de una moto y dispararon a quemarropa contra los jóvenes.
La escena fue capturada por cámaras de seguridad, entre las imágenes se aprecia un coche de la policía que se encontraba a menos de 50 metros, pero no hicieron nada. Se sospecha que los asesinos eran en realidad agentes policiales.
Un sangriento escándalo que pone en tela de juicio la seguridad en Brasil, sede del Mundial de Fútbol 2014 y los Juegos Olímpicos de 2016.