Los usuario de esta compañía estadounidense reciben palmadas cariñosas, abrazos de osos y hasta cosquillas juguetonas. Eso sí, la empresa ha aclarado que el trabajo que realizan sus terapistas no tiene ningún índole sexual.
De esta forma, el abrazo que te falta de tu pareja o de tus seres queridos te lo podría dar un experto ‘abrazador’ que lo hará sentir tranquilo. El o la terapeuta se dirige a su casa y empieza la sesión, lo máximo a lo que se puede llegar es recostarse con el terapista y abrazarlo, pero todo con la ropa puesta.
Acceder a los servicios de esta empresa no es nada barato. Para tener una sesión de una hora se debe pagar alrededor de 80 o 100 dólares.