La mañana del domingo, periodistas y medios mexicanos confirmaban la repentina muerte de Juan Gabriel, tras un infarto que acabaría con la vida del artista de 66 años, mientras descansaba en su residencia en Santa Mónica, California.
La noticia sorprendió a su fans, quienes se congregaron en las afuera de la casa, hasta altas horas de la noche. Algunos de ellos habían asistido a la última presentación de su gira ‘MeXXIco es todo’ en la que derrochó vitalidad y alegría.
Cientos de personas expresaron muestras de dolor por la partida del músico ante su estrella en el paseo de la fama de Los Ángeles. En tanto, en la plaza Garibaldi de la ciudad de México, decenas de mariachis entonaban sus canciones rindiéndole un homenaje al artista.
Su cuerpo fue llevado a una funeraria cercana al aeropuerto internacional de Los Ángeles minutos antes de las ocho de la noche, junto a él llegaron también fans quienes acompañaron al cantante durante toda la madrugada.
Los restos del ‘Divo de Juárez’, llegarían este miércoles a México y serán enterrados en su ciudad natal, donde se estaría preparando un homenaje organizado por el presidente Enrique Peña Nieto.
