Simone Biles lo ha ganado todo. La gimnasta norteamericana estrella en Río 2016 superó el terrible entorno en el que vivió de niña con padres adictos a las drogas, pero esto no fue impedimento para lograr convertirse es la mejor gimnasta de la actualidad. Su historia inspira a miles de niños que aspiran a convertirse en gimnastas olímpicos.
Un niño que ha seguido sus pasos es Yoshua Castellanos de 10 años. Pese a que en su barrio del Callao todos juegan al fútbol, el pequeño se inclinó por practicar la gimnasia. Cuenta que esta disciplina no solo le ayudó con su problema de peso, sino también lo ayudó a aislarse de los problemas típicos de un barrio picante.
Yoshua es un seleccionado peruano ganador de una medalla de plata grupal en el Sudamericano realizado en Argentina. Él y otros gimnastas infantiles como Fabiola Díaz se preparan para representar a nuestro país en el Sudamericano a realizarse en el mes de octubre en Bolivia.
Otro ejemplo de superación es Fabiola Díaz, quien tiene 13 años y desde hace 6 meses vive en Lima, pues su familia se vio obligada a mudarse desde su natal puerto Maldonado para que ella pudiera continuar con su formación deportiva. La Federación de Gimnasia les brinda los implementos para su preparación, pero la alimentación especial baja en grasas y alta en proteínas que necesitan son costeados por su propia familia.
Estos niños dicen que cuando se quiere, se puede. Yoshua y Fabiola son la prueba de que sí. El talento no solo lo tienen ellos, sino también varios niños y jóvenes que podrían darnos a futuro las alegrías que el país necesita.