El segundo día de operaciones del nuevo Aeropuerto Internacional Jorge Chávez estuvo marcado por el caos, cancelaciones de vuelos y el desconcierto de miles de pasajeros, tanto nacionales como extranjeros. Las imágenes de largas esperas y rostros de frustración evidenciaron los problemas que persisten en el terminal aéreo.
Ese fue el caso de Ester Enríquez, quien debía viajar con su madre de 96 años y sus hijos rumbo a Trujillo a las 10:25 a.m. Sin embargo, para las 3:30 p.m. su vuelo seguía cancelado y aún no recibían una respuesta.Una de las pocas pasajeras que logró embarcar, aunque con retraso, fue Kelly Vásquez, quien pudo viajar a Arequipa tras una espera de cuatro horas.
El malestar no se limitó al interior del aeropuerto. Usuarios del servicio de buses AeroDirecto, implementado por la Autoridad de Transporte Urbano para Lima y Callao (ATU) para facilitar el acceso al nuevo terminal, también reportaron problemas. Según denunciaron, los pasajes se elevaron.
LAP RESPONDE
Frente a la ola de críticas, Rocío Espinoza, gerente de comunicaciones de Lima Airport Partners (LAP), admitió la falta de una “correcta distribución”, aunque no precisó el número de vuelos afectados ni medidas concretas para resolver la situación. Horas más tarde, la gerente general de LAP, Catherine Pacheco, aseguró que se estaba trabajando para superar los inconvenientes.
